viernes, 15 de agosto de 2014

CAPITULO XVIII "TERAPIAS Y 19 CERVEZAS"

CAPITULO XVIII

“TERAPIAS Y 17 CERVEZAS”



VALERIA P.O.V


-¿Perdón?- dijo él, después de mirarme como si yo fuera la peor noticia del día. Para colmo de males, Andoni no contestó inmediatamente, sino que me miró, luego lo miró a él, al “futbolista”. Luego tomó un sorbo de su taza de café y después por fin respondió.
-Ya sé lo que dirás: “No Andoni, no necesito terapias, estoy bien, sólo he estado distraído por la ruptura con Bruna y un poco nervioso por el inicio de la temporada”, ¿cierto? ¿eso dirás?-
-Andoni, te aseguro que…-
-¿Qué? ¿Qué no hay algún problema? ¿Qué no hay absolutamente nada que te esté molestando? ¿qué todo está bien dentro del equipo?- preguntó. Entonces pasó algo muy extraño: él y el “futbolista” se miraron por algunos segundos, como si hablaran con la mente. Yo aún seguía parada junto a la puerta y me sentía tremendamente incomoda.
-No sé a qué te refieres- contestó él al fin.
-Neymar, esto no es un juego, conoces las políticas y los reglamentos del club.
-¿Messi habló contigo, cierto?- su rostro iba de la molestia a la duda y la incredulidad.
-¿Qué tiene que ver Messi, en todo esto?
-No entiendo por qué crees que necesito terapias- contestó él, sus ojos grandes y castaños veían a Andoni directamente.
-Sí lo entiendes, ambos lo sabemos muy bien. No voy a discutir más. Empiezas el lunes. Te presentarás siempre dos horas antes de los entrenamientos en esta oficina, aquí te atenderá Valeria. Habrá ocasiones en donde las consultas tendrán que ser por las tardes, ya te pondrás de acuerdo con ella.

Entonces él me miró como si yo tuviera la culpa. Hace unos meses jamás me hubiera imaginado en esta situación.

-¿Tú eres Valeria?- preguntó. 

Una parte de mi cabeza regresó a dos momentos: mi video en la internet, la voz de Gerry, diciendo:

“Vamos, Vale, estoy segurísimo que Neymar ya vio el video, es sólo que obviamente no va a contestar algo así como así”


Después contemplando aquel par de ojos, molestos y mirándome con agresión, otro momento vino a mí:


“Neymar…¿eres tú?...¿Neymar?

¡¿QUÉ?! –Había contestado él.”


Aquella más reciente ocasión, en el estacionamiento, cuando él me había gritado.

No puede ser que no recuerde nada de mí. Por lo menos tendría que acordarse del estacionamiento, sí es que jamás vio mi video.
-Sí, yo soy Valeria. Te espero el lunes a las 8 de la mañana- no soporté más y salí de la oficina. Camine rápidamente hasta llegar a la oficina de Carla, abrí la puerta sin tocar y entré.
-Parece que has visto un fantasma- dijo, riendo.




NEYMAR P.O.V





Al llegar a mi casa, lo primero que hago es destapar una cerveza oscura y bebérmela casi de un trago. Camino de un lado a otro, esperando que aquello no sea cierto. No quiero ser “esto” en el equipo, no quiero ser el raro, el que necesita psicólogos, para esto no vine a Europa.

-¿Para qué entonces, Neymar? – le digo a mi propio reflejo al detenerme frente a un espejo grande que hay en mi sala de estar.

Saco mi celular y estoy a punto de envía un whatsapp a Lio, pero decido que es mejor llamarle directamente y que me explique a que se debe esta traición. Porque eso es, él seguramente le contó a Andoni como me siento respecto al italiano.

-¿Qué pasa, Ney?- me dice él. Suena tan tranquilo
-Pasa todo.
-No te entiendo, hermano, ¿a qué te refieres?, ¿estás bien?
-¿Me puedes explicar por qué carajo le contaste a Andoni como me siento?
-¿Andoni?, ¿Cómo te sientes de qué?
-No te hagas pendejo, de Claudio.
-¿Claudio Bravo?
-¡CLAUDIO MARCHISIO, CARAJO! ¡Deja de hacerle al idiota!
-Neymar, te juro que no entiendo una palabra de lo que has dicho, voy para tu casa, allá te veo y me explicas qué mierda te pasa- y colgó.

No sé qué se cree que piensa que puede colgar a sus compañeros cuando se le dé la gana.
Para cuando Messi estuvo en mi casa, yo ya me había bebido 7 cervezas e iba por la octava.


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