NEYMAR P.O.V
CAPITULO X
"EN EL IPAD DE CLAUDIO Y EL RECUERDO DE UN PENALTI"
Claudio Marchisio domina el
español mucho mejor que yo, y eso que es italiano. Mientras entrenamos, me doy
cuenta de que pongo extrema atención en lo que él hace. Trato de no distraerme,
pero lo hago, y cuento cuantos pases da mal, y si baja la velocidad al correr.
Es buena persona, el día siguiente a cuando llegó, organizó una cena en su casa
y nos invitó a todos los jugadores.
Tiene esa “vena” italiana de ser cálido que muchos españoles no tienen,
yo como brasileño, latino, también la tengo, entonces así lo siento como más
competencia.
-¡Neymar, hijo, atento!- grita el
Mister. Estamos disparando a la portería y ya van tres tiros que mando bien
lejos, pero ninguno dentro. Claudio metió dos, uno se lo detuvo el arquero
suplente.
Suena el silbato que pone fin al
entrenamiento y todos van a tomar bebidas de la hielera, agua, powerade, yo no
me muevo por un momento, luego pido el balón y sigo practicando algunos
disparos.
-¡Loco, que te vas a quedar todo
el día!-me grita Lio, yo volteo y sonrío, pero sigo pateando el balón. Messi se
acerca y nos turnamos, él no falla nunca, y cuando lo hace, se obliga a
disparar otras 20 veces. Así como el Pato era mi hermano en el Santos, Lio lo
es acá.
El sol ya está muy fuerte cuando
decidimos entrar a vestidores, casi todos los jugadores ya están ahí. Cuando entramos, vamos quitándonos las
playeras y vemos que casi todos están reunidos atrás de Marchisio, él les
muestra algo en el ipad y una canción muy conocida me hace voltear.
-¡Ehhh, aquí estás! ¡Figura, vení
a ver lo que hay para ti en el youtube!- me dice Mascherano. Pique, Bravo todos
están ahí, el único que parece no darle importancia y los ve como si fueran
unos niños, es Andrés Iniesta, que ésta a pocos metros, secándose con una
toalla. Todos me ven y parece como cuando en la escuela se burlaban de mí
porque la chica que me gustaba salía con otro más alto y guapo.
Messi se acerca también y lo que
veo en la pantalla es algo que al inicio me parece normal, pero apenas veo un
poco más, me doy cuenta de que no lo es. El video corre y suena esa cumbia tan
escuchada en internet desde que el Patito me enseñó a bailarla.
Pero no es eso nada más, un
rostro me habla, se dirige a mí y me dice que probablemente esté dormido y
muestra una imagen mía, dormido, me dice que quizá esté entrenando y pone una
foto mía entrenando…luego habla de lo que debería estar haciendo ella, y cuelga
varias fotos de sí misma con un tipo que se parece a Steven Gerrard, pero que
viste una blusa naranja ceñida, luego pone una foto de ella con un niño que
viste la playera del Barcelona, él está en una silla de ruedas.
Sigo viendo mientras Mascherano
se dirige a bañar, bailando al ritmo de la cumbia que suena.
El video tiene gracia, hay que
admitirlo, y no sólo eso, la chica es muy bella. Pero no es la primera vez que
me dedican un video. Pienso rápidamente si Marchisio tendrá videos de sus fans
en la red.
Me divierte la forma en que esta
chica ha editado el video, parece un lindo detalle para compartirlo en mi twitter.
Justo pienso en eso, cuando la música se apaga y se escucha su voz, que a pesar
de ser dulce y sexy, dice algo que me sacude:
“Sé cómo te sentiste al fallar
ese penal, lo vi en tus ojos y en tu rostro, sé que eso nadie lo entiende o quizá
otros jugadores sí, pero nadie te pudo haber sentido como yo, así, fallando,
siendo el malo, el equivocado, el delantero débil a quien no le funcionaron las
cosas en un tiro de penalti, te senti a tantos miles de kilómetros, por eso
deberías conocerme a mí, porque nadie te entenderá más que yo”.

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